miércoles, 16 de octubre de 2013

LAMENTOS



LAMENTOS
 Recuerdo aquella noche de luna llena. Las casas y edificios adornados por las festividades de fin de año. Tú y yo en el coche mientras atravesábamos Manhattan. El recorrido lo hacíamos sin pronunciar palabras, únicamente la voz romántica de Charles Aznavour rompía el silencio. Escuchábamos la señal de la radio y nuestra respiración cada vez más entrecortada.
Calles y mas calles vestidas de noches: Canal st, Franklin, Chambers st, Spring, Charlton st…Los faros de los coches eran puntos de luz convertidos en líneas continuas, estelas de estrellas fugaces que apenas duraban un segundo. Me gustaría decir que te besé, que acaricié tu mano o que te lancé miradas sensibles, pero no hubo nada de eso.  Me atrevería a afirmar que solo recuerdo el olor a ciudad extraña, el frío intenso y tu complicidad callada.
Íbamos a tomar una copa en un restaurante del barrio de la pequeña Italia, pero diste un giro brusco, repentino, y cambiaste de dirección. Así fue como supe que nos dirigíamos a tu casa en Steinway st. Astoria, Queens, y mi corazón se aceleró sin control.
Llegamos hasta tu apartamento, angosto y desierto como un poema triste. Nos instalamos y brotaron nuestros deseos.

lunes, 7 de octubre de 2013

ADRIANO/OCTUBRE



ADRIANO
   Quién lo diría, empezar otro día y estar otra vez solos, campeón. Ha venido Elizabeth, ella se ha emocionado hasta las lágrimas al verte postrado en esta cama del Trinitas hospital, y yo también, no pude contener la humedad de mis ojos, para que voy a mentirte. Es evidente que esa muchacha siente algo más que una buena relación amical por ti. Si, entiendo que siempre decías que no son más que buenos amigos, pero percibo su expresión dolida y triste, la forma como te coge las manos, te limpia la frente, juega con tus cabellos, la forma de mirarte, su voz llorosa al despedirse… A mi me parece que si, que esta enamorada de ti hasta los huesos. Creo que no está mal, quizá delgada, muy decaída, pero al menos físicamente esta bien, eso que anda con muletas y tiene para mucho tiempo. Me dijo que hace unos días que le dieron de alta del hospital, y que se siente más aliviada, aunque ella cree que la recuperación total va a requerir de algunos meses.
“! Largos meses!”, enfaticé, ya quisiera decir lo mismo de ti, Adriano…”
 Ayer, antes de regresar a casa salí un momento de tu habitación y me detuve a mirar por los amplios ventanales del piso sexto y conocí al hijo de tu vecino de habitación, a propósito es tu tocayo, Adriano Charpentier, creo que tiene mi edad, lo noté muy desalentado, me contó que era la sexta vez en el año que su padre había ingresado por urgencias, los médicos coinciden que la enfermedad esta muy avanzada. Él es muy creyente y me dijo que a pesar de todo lo que dicen, tiene mucha fe, y que Dios le brindará la prerrogativa de su presencia por un largo tiempo.