UNA CHICA INUSUAL / LA CHICA DE ROJO
Había dejado la Universidad, allí
tuve la oportunidad de conocer mujeres de todos los colores, algunas me
gustaban pero mi timidez no me permitía ser más suelto y decidido. En
aquellos días tenía la adrenalina alborotada.
Y en mi primera salida a la escuela
de la vida conseguí trabajo en una tienda de artefactos eléctricos; el dinero
era escaso y lo necesitaba.
El establecimiento se situaba en el
centro de la ciudad, desde ese entonces aquel lugar se convirtió para mí en un
ir y venir de todos los días; allí en ese espacio la ilusión de mis padres
de convertirme en un gran empresario estaban precisamente durmiendo el sueño de
los justos. Para variar, me gradué de eterno soñador el día que
conocí a una chica vestida de rojo y a la usanza gitana. La veía pasar todas
las tardes de lunes a viernes, atrevida, coqueta, luciendo su largo cabello en
armonía perfecta con su piel blanca, ojos azules; caminaba luciendo gracia,
porte de cinderella, oronda, derrochando lisuras; mientras yo, babeando por
ella. Imaginando que la hija de Eva vestida de color pecado era capaz de encenderme con tan solo verla pasar. Cruzaban
por mi mente mil preguntas: