Recuerdo aquella noche de luna llena. Las casas y edificios adornados por las festividades de fin de año. Tú y yo en el coche mientras atravesábamos Manhattan. El recorrido lo hacíamos sin pronunciar palabras, únicamente la voz romántica de Charles Aznavour y "La Bohemia", rompía el silencio. Escuchábamos la señal de la radio y nuestra respiración cada vez más entrecortada.
Calles y mas calles vestidas de noche: Canal St., Franklin, Chambers St., Spring, Charlton St.
Los faros de los coches eran puntos de luz convertidos en líneas continuas, estelas de estrellas fugaces que apenas duraban un segundo.